Fumar es un placer, genial, sensual.
Fumando espero a la que tanto quiero,
tras los cristales de alegres ventanales
y mientras fumo mi vida no consumo,
porque flotando el humo me suelo adormecer.
Tendido en mi sofá, fumar y amar
ver a mi amada feliz y enamorada
sentir sus labios o besar con besos sabios
y el devaneo sentir con más deseos
cuando sus ojos veo sedientos de pasión.
Por eso estando mi bien
es mi fumar un edén,
dame del humo de tu boca
dame que en mí, pasión provoca,
corre que quiero enloquecer de placer,
sintiendo ese calor del humo embriagador
que acaba por prender
la llama ardiente del amor.
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