A veces su presencia recorre mi corazón
y mi piel pareciera erizarse.
A veces es viento que agita una vela,
el rechinar de una ventana
o el andar de pasos en el silencio de la noche.
La mayoría de las veces es una imagen que me llena de tristeza y de impotencia,
o un aroma, una voz, una palabra...
A veces una mariposa...
A veces pienso que esa tarde
en que tu ausencia nació,
mi presencia dejo de existir,
y me confunde sentir que el fantasma,
soy yo.
- J. R. R. Carlos -
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