Cuando era pequeño pensaba en lo feo que sería morir y que tu cuerpo se quedara para la eternidad en un hueco de la tierra rodeado de más personas que nunca se moverían de ahi.
Cuando supe que podria ser incinerado y mi cenizas esparcidas me agradó más el formar parte de ese polvo del mundo y volar con el viento hasta que partes pequeñas de mi sirviera cada una para algo diferente, algunas alimentarian peces, otras alimentarian plantas, otras tantas caerian dentro de el ojo de alguna persona que va en la calle pensando en nada y se olvida de si mismo.
Eso es más parecido a lo que yo creo de mi mismo, un ser que sirve para muchas cosas, pero para nada en particular, se un poco de todo, un maker que crea cosas de la nada, un poeta que con 17 silabas crea una imagen emocional, un posible psicologo que se convierta en ayudador profesional, un fanatico que apoya a un cantante o banda dandole difusión o comprando una playera, un hermano que escucha, un maestro que enseña, quizás un papá que haga ¡Upa!, quizás un vagabundo alumno de Diógenes... Tantas y tan pocas cosas que puedo ser, fuí, soy o seré, ser polvo sería lo mejor que le puede pasar a este cuerpo al terminar sus días.
Esta reflexión no es para nada alarmista ni crean que es una carta postuma o una llamada de atención, es que hace un rato leía un fragmento de un escrito de Anna Ajmátova que decía:
¿Donde pondria mi propia tumba?
Quizás en la orilla de un arroyo donde pasé los veranos de mi infancia, para seguir jugando con los peces, descubriendo a las tortugas y disfrutando hasta que la lluvia me llevara de vuelta a casa.
Quizás en la orilla de la carretera para que aquel que tenga la necesidad de caminar al lado no se sienta solo como se que se puede sentir ó poeticamente estar al lado del camino como maravillosamente lo expresa Fito Paez en su canción.
A las afueras de aquel pueblo para ver el cerro poblado de nubes que lo acarician todo el día y pensar en lo dichoso que debe ser convertirse en tanto a base de polvo.
En aquellos labios en los que comencé a amar.
En aquel recuerdo en el que dejé de vivir.
En ese parque en donde más vivo me sentía.
Al final de este pensamiento no me queda claro un lugar, pero se que en todos los que mencioné y en todos los que no mencioné pero recuerdo, queda un poco de polvo de mi y ahi estará para siempre formando parte de algo que no se puede cambiar y que me ah hecho ser quien soy y al mismo tiempo dejar de ser quien fuí...
"...el pasado es indestructible..."
-xveda-
imagen: http://www.flickr.com/photos/eqqman/19633459/
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