Caminabamos por la vida con rumbos tan distintos,
cada uno tenía sus motivos, sus formas de ver la vida,
pero dentro sabíamos que el objetivo de cada uno era el mismo.
Uno de ellos evitando el mundo, poniendo distancia emocional de todos, llenandolo todo de hostilidad, de violencia, el es quien coloca la distancia para que nadie se acerque a lastimarlo fisica o emocionalmente.
El otro pensaba, creía e inventaba un mundo, escribia cuentos, hacia historias, adaptaba todo a su alrededor para que no lo lastimara la realidad, es el bueno, el que le hace creer que es pequeño pero importante y que sobre todo, es bueno.
El otro era básicamente el espectador , el que se limitaba a cargarlo y llevarlo por el mejor camino posible, lo acunaba en los brazos al dormir y lloraban juntos en el interior mientras él ponia cara de que nada estaba sucediendo, escuchaba sus sueños y sus fantasías y se mordía la lengua para no llorar o externar su pesimismo al escuchar sus deseos.
Los 3 vivimos juntos, cada uno por su camino, cada uno con sus herramientras pero juntos al cuidar a ese niño, a ese pequeño niño del cual los 3 dependen.
Un día la vida no estaba bien, no se pudo ocultar todo con hostilidad, no se pudo crear una historia al respecto, no pude hacerme creer que todo estaba bien...,
estaba en medio de un bosque que no conocía, más solo de lo que me había sentido alguna vez, más perdido de lo que nunca había estado y entre los árboles en la lejanía, la vi correr...
Y entonces... ya no estuve solo, ninguno de nosotros lo estuvo y pudimos volver a jugar.
Gracias.
imagen: http://jkiner.deviantart.com/
jueves, 8 de enero de 2009
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