Te recuerdo Amanda. La calle mojada, ibas corriendo a la fábrica donde trabajaba Manuel
La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo, no importaba nada es que ibas a encontrarte, con el Con el, con el, con el, con el
Son cinco minutos, la vida es eterna En cinco minutos Suena la sirena, devuelta al trabajo Y tu caminando, lo iluminas todo los cinco minutos, te hacen florecer
Te recuerdo Amanda, la calle mojada, ibas corriendo a la fábrica Donde trabajaba Manuel
La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo No importaba nada Es que ibas a encontrarte, con el Con el, con el, con el, con el.
Que partió a la sierra, Que nunca hizo daño y que partió a la sierra Y en cinco minutos, quedo destrozado Suena la sirena, devuelta al trabajo Muchos no volvieron, tampoco Manuel
Con el, con el, con el, con el, con el, Son cinco minutos, la vida es eterna En cinco minutos
Suena la sirena, devuelta al trabajo Y tu caminando, lo iluminas todo Los cinco minutos, te hacen florecer
Cuentan las leyendas Rapa nui que los Moái caminaron por la isla hasta llegar al lugar en donde se encuentran actualmente, caminaron usando la fuerza espiritual de sus ancestros y los animaba el mana...
Estas inmensas estatuas de 5 toneladas están hechas de una roca que se encuentra a kilómetros de distancia de el lugar hasta donde se encuentran actualmente...
Cuando la fuerza de la humanidad se concentra en trabajar juntos y no en contra, cuando nos apoyamos los unos a los otros en lugar de los unos sobre los otros se puede hacer caminar a la piedra... literalmente.
Lo siento, de verdad lo siento, verte llorar, verte con esa cara de terror y espero jamás en mi vida olvidarlo, jamás en mi vida olvidarte, jamás en mi vida dejarán de retumbarme esas palabras:
"¿Tu crees que yo aprendo así?
¿Tu crees que me siento bien?
Yo necesito cariño
yo aprendo así
perdón pero yo necesito cariño,
perdón, pero yo necesito cariño".
Y temblé y comencé a llorar y en mi mano empuñaba el tubo con el que te estaba amenazando, con el que quería golpearte y me derrumbé y te abracé y comenzamos a llorar juntos y gritando te daba la razón mientras mi llanto era el tuyo y nuestro dolor el mismo.
Perdón pequeño, perdón alma mía, perdóname por hacerlo y no deseo nunca mas en la vida volverlo a hacer, no deseo jamas volver a dañarme tanto, porque se que estas cansado de heridas, de amenazas, de golpes y frustraciones, eres solo un niño, un niño que solo necesita cariño.
Y desperté y mi llanto era real y mi dolor estaba presente y entendí todo el daño que me estaba causando, no merezco que duela tanto, no mereces que te lastime.
“Descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mi para ocultar el desorden de mi naturaleza. Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mezquindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuán poco me importa el tiempo ajeno”
Hay un momento en el que solo existimos tu y yo No hay un mundo fuera de nuestra piel, el universo esta en tu cabello, en mi voz, en nuestro ser. Cada estrella baja del firmamento y se graba en tu mirada, en el brillo de tu sonrisa.
Es un breve momento, es un microdestino. Es un momento de complicidad, de empatía, en el que cada acción dice te amo, en el que cada mirar es un recuerdo.
Es un momento en el que queda perfectamente claro, que la vida es un momento...
Ahora sólo me queda buscarme de amante
la respiración.
No mirar a los mapas, seguir en mí mismo,
no andar ciertas calles,
olvidar que fue mío una vez cierto libro.
O hacer la canción.
Y decirte que todo esta igual:
la ciudad, los amigos y el mar,
esperando por ti,
esperando por ti.
Sigo yendo a Teté semana por semana
¿te acuerdas de allá?
Hoy hablo de fusiles despidiendo muertos.
Yo sé que ella me ama,
es por eso tal vez que te siento en su sala,
aunque ahora no estás.
Y se siente en la conversación,
o será que tengo la impresión,
de la ausencia y de ti,
de la ausencia y de ti.
No quisiera un fracaso en el sabio delito
que es recordar.
Ni en el inevitable defecto que es
la nostalgia de cosas pequeñas y tontas
como en el tumulto pisarte los pies.
Y reír y reír y reír,
madrugadas sin ir a dormir,
sí, es distinto sin ti.
Muy distinto sin ti.
Las ideas son balas hoy día y no puedo
usar flores por ti.
Hoy quisiera ser viejo y muy sabio y poderte decir
lo que aquí no he podido decirte,
hablar como un árbol
con mi sombra hacia ti.
Como un libro salvado del mar,
como un muerto que aprende a besar,
para ti, para ti,
para ti, para ti.