Después de que me dijeras eso de que
"Lo nuestro es imposible, cari;
no eres tú, soy yo;
pongo fin a esta relación porque me voy de Erasmus a Checoeslovaquia,
y ya sabes lo que pasa..."
y todas esas excusas que se ponen cuando
te apetece follar con otras personas,
yo, te hice caso y lo creí todo.
Lo bebí como un chupito de tequila,
con toda esa formalidad de sal y limón,
y sin poner caras raras,
respeté que tú eras la que lo hacía imposible,
que no era yo, eras tú,
que tu futuro importaba,
porque en Checoeslovaquia se aprende un montonazo de inglés,
y te dejé en paz.
Bueno, siendo sincero,
te llamé de todo en los poemas,
te borré del Facebook,
te puse dos velas negras,
y llamé a la embajada de Checoeslovaquia
para decirles que tuvieran cuidado,
que eras una terrorista peligrosa y que no te dejaran entrar en el país bajo ningún concepto.
No he guardo rencor, de verdad,
que te tiraras a tu ex cuando rompiste conmigo,
que les dijeras a tus amigas que la tenía pequeña,
fueron muestras de cariño y amor y yo sé que tú me querías.
Lejos.
Lejos y enterrado.
Lo de mi llamada a la Embajada es un gesto de amistad y conciliación,
ya sabes que yo te deseo lo mejor,
y que siento mucho que tu Erasmus se jodiera,
que tu ex se tirara a tu mejor amiga,
y lo de las ladillas.
Te juro que lo siento.
Yo lo he superado todo.
Me da pena por ti,
porque no tienes ni idea de lo que te has perdido.
He madurado, no sabes cuánto,
uso desodorante y perfume todos los días,
voy a un libro por semana,
he acabado la carrera con buena media,
he aprendido a cocinar,
cedo el asiento en el metro,
controlo lo de mi borracheras,
dejo propina en los restaurantes que frecuento con otras,
incluso me ha crecido varios centímetros y deberías informar de ello a tus amigas.
Ya ves,
soy el partidazo que nunca jugaré contigo.
No quiero presumir, claro.
Tan solo te escribo este poema
para que veas que,
aunque me haya ido un poco mejor que a ti,
me sigo acordando de lo nuestro,
porque, a pesar de que me dejaras,
yo sé que querías quedarte,
que viste un futuro conmigo,
-el spanish dream-
pero,
te fuiste, porque como dijiste:
'no eres tú, soy yo,'
y la verdad que tenías razón,
tú eres la ex a la que le daba miedo el amor y por eso está tan sola y amargada,
y yo,
yo soy la hostia.
- Miguel Gane -
