domingo, 18 de octubre de 2020

Perdonar y amar para ser libres.

Las tres señales de libertad son: perdonar, aceptar y responder ante todo con amor.

El día en que cambies, cambiarán todas las personas para ti, y cambiará tu presente. Entonces vivirás en un mundo de amor.

Conócete bien a ti mismo y de dónde proceden tus motivaciones antes de juzgar malo o bueno.

El responsable de tus enfados eres tú, pues aunque el otro haya provocado el conflicto, el apego es lo que te hace sufrir y no el conflicto. Es el miedo a la imagen que el otro haya podido hacer de ti, miedo a perder su amor, miedo a tener que reconocer que es una imagen la que dices amar, y miedo a que la imagen de ti, la que tu sueñas que él tenga de ti, se rompa. Este miedo no es algo innato sino aprendido.

Si lo comprendes todo, lo perdonas todo. Y solo existe el perdón cuando te das cuenta de que, en realidad, no tienes nada que perdonar.

El amor de verdad es un estado de sensibilidad que te capacita para abrirte a todas las personas y a la vida. Y, cuando amas, no hay nada más fácil que perdonar.

Acepta a las personas que todo el mundo rechaza, no por que no veas sus fallas, sino precisamente porque los ves como realmente son, ves de dónde proceden y cómo se parecen esas fallas a las tuyas, que ya tienes aceptadas.

Aceptas también no tener razón, escuchando las razones de los demás con interés. Y, sobre todo, sabes responder al odio con amor, no porque te esfuerces en ello, sino como milagro de la comprensión del amor verdadero, que ve  l persona tal cual es.


- Anthony de Mello -