Durante años he formulado varios proyectos de vida, que fueron cambiando por aprendizajes varios en distintas circunstancias.
Creo que en muy pocos de ellos, de hecho ninguno que formulara a ultimas instancias, me vi cumpliendo 28 años.
Cosas del destino me encaminaban a incluirme en el club de los 27, hacerme parte de la historia de mi mundo como una de esas personas que en momentos importantes de éxito decidieran quitarse la vida por una u otra circunstancia.
La idea no era sencilla de manejar y hubo instantes en la que estaba perfectamente bien sentada y otros momentos en la que se tornaba absurda completamente.
Hoy tengo 28 años, superé la marca, superé mi propio limite, un paradigma cayendo es deleitante al oído del espíritu....
Escuche voces que extrañaba, otras que definitivamente van tornandose familiares y me encanta, hubo otras voces ausentes que de verdad extrañé, pero lo que mas disfruté fué darme cuenta que este número que tanto significado trae para mi, que tanto conflicto e incertidumbre me genera es el que me recuerda donde estoy parado, no se si este conjunto de ideas sea claro queridos lectores y no lectores, pero dejenme explicarlo.
No es lo mismo enamorarse a los 10, 12, 15, 18, 20 y 28.
No es lo mismo retarse a si mismo a los 15, 20, 25 o 28.
No es lo mismo conocerse a los 16, 18, 20, 24 o 28.
No es lo mismo ver el mundo desde los 18 que desde los 28.
No es solo cuestión de años, es cosa de lo que uno va aprendiendo mientras pasan los años. Todos podemos tener pasados gratificantes o pasados terribles, tener vidas complicadas o vidas medianamente acomodadas, sin duda todos pasamos por un poco de todo, la cosa esta en que tanto vas aprendiendo de lo que te va sucediendo...
En algún momento de mi terapia, mi analista me dijo que soy una persona con un nivel de introspección alto y que esto me ayudaba a no dejar pasar una sola oportunidad para aprender algo, que cada año de mi vida me dejaba muchas lecciones y lograba sacarle realmente jugo a cada experiencia como para no volver a caer en lo mismo, que me conozco mucho y muy bien.
No tengo idea si son cosas de un alma vieja, pero es en momentos como este que siento que hay mucho en mi, como si tuviera mas de una vida.
Gracias queridos lectores y no lectores, gracias Sucio por acompañarme en todo el camino, gracias a todas esas personas especiales que me ayudaron a conocerme y conocerlas compartiendome de su mundo, gracias a mi familia, gracias a mis musas, gracias a eso que me mantiene vivo, gracias a mi por no tirar la toalla pero si darme el tiempo de bajar la cabeza a derramar lagrimas, reír o tomar aire. Gracias por cada uno de los días de estos 365 x 28 (ejerciten la matemática) vividos.
Y ahora sin posibilidad alguna de ser miembro de el club de los 27 digo atentamente:
Señor Cobain por mucho que comparta de sus pensamientos hoy logré algo que usted jamás pudo hacer, cumplir 28 años. Gracias.
