viernes, 25 de enero de 2013

Comer ansias...


De todo aquello que podíamos degustar
recuerdo bien nuestros platillos favoritos.
Todo un manjar que preparamos sin pensar,
todo un menú que resultó poco exquisito.

Comiendo ansias me cansaba de esperar,
y aderezaban tolerancia y resiliensia.
Mas en tu plato nunca te vi colocar,
algo de orgullo en condimento a la paciencia...

El postre fue un silencio que dolía al pasar,
un postre helado que marcaba la distancia,
cereza roja que adornaba ese callar,
en platos blancos y con cubiertos de plata.

Y nuestro picnic nunca se pudo lograr
pues le faltaron principales ingredientes:
dos individuos que pudieran disfrutar
y las verdades que desde ese entonces mientes...


- Sucio -

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