Eran el uno para el otro, pero el mundo parecía no notarlo, lo que decía Coelho no era verdad, el universo no conspiraba a su favor...
Disfrutaban lo mismo, una vez que ella se había dedicado a aprender a disfrutarlo, buscaban las mismas metas desde que él había renunciado a sus sueños.
Eran el uno para el otro, ¿Que nadie lo había notado?...
Había prometido amarte,
a Dios se lo había jurado.
Ni tus golpes, ni mi sangre,
me alejarán de tu lado...
a Dios se lo había jurado.
Ni tus golpes, ni mi sangre,
me alejarán de tu lado...
- Sucio -
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