A veces pienso y siento, que en algún momento voy a mandar mi profesión al carajo.
Aparentemente el instinto del ser humano es ser pendejo. Y no un pendejo feliz y relajado, mas bien un pendejo quejoso, mediocre y sumiso.
Y como muestra dejo estas líneas...
Pero bueno, en algún lugar siempre hay alguien en sus 5 segundos de cordura de los que se puede hacer madera para construir...
- Sucio -
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