domingo, 20 de marzo de 2011

De libertades...

Hay momentos en la vida, en el año, ocasionalmente en cada mes, eventualmente en los días, incluso momentos también dentro de los minutos y segundos en los que persistir, continuar, luchar, combatir y salir a derribar gigantes disfrazados de molinos de viento no es la mejor opción.
Dan ganas de bajar la lanza, de guardar el escudo, de darle vacaciones a Sancho y apagar el mundo un par de siglos para tirarse a no hacer nada.

Recuerdo el momento aquel en el que estuve dentro de un vehículo que chocó contra otro, hubo un instante mientras ambos vehículos se impactaban en el que yo, el único tripulante que no tenia puesto el cinturón de seguridad, volé desde atrás de el asiento del copiloto, hasta la consola central y rebotaba en la bolsa de aire del lado del copiloto, terminé tirado medio arrodillado en el piso de la parte trasera del vehículo. Luego un instante de absoluto silencio y después el caos, el pensamiento rápido y eficiente y el darme cuenta de las consecuencias de mi instinto...

Durante ese momento del choque me sentí tan bien, tan vivo, tan libre... Todo estaba saliendo mal, pero me sentía sumamente bien.

Soy un ser humano, un alma que tiene conocimientos de muchas cosas, que gradualmente le va sobreviviendo a las cosas que le pasan y que siempre esta buscando la forma de trascender, bueno es algo un tanto lógico, todos lo somos ¿o no?...

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