viernes, 13 de septiembre de 2013

Recuento...

Recuento:

Cumplí 30 años, 30 maravillosos años de vivir en esta realidad, en este cuerpo y en este tiempo.
Mi mamá falleció hace una semana a consecuencia de un EVC hemorrágico pésimamente atendido.
Mi familia se encuentra en proceso de reconstrucción tras el fallecimiento de mi mamá.
La familia materna decidió molestarse por las decisiones tomadas respecto a el destino del cuerpo de mi mamá.
Las cenizas de mi mamá están en una cajita de madera a la mitad de la sala de mi casa, sus corneas fueron donadas y su alma está justo donde le correspondería estar.
Hay 5 o 6 personas durante el rezo del novenario de mi mamá, aparentemente a nadie mas le es posible asistir.
La familia materna decidió hacer todos estos protocolos religiosos por su cuenta en el pueblo de donde es originaria mi mamá.
Antes de todo lo anteriormente comentado mi situación emocional no era para nada buena, me sentía solo, alejado del mundo, tenía un enorme deseo de compartir amor, de compartir cariño, de compartir ternura.
Me sentía emocionado ante la posibilidad de una posible situación de pareja con una persona a la que quiero mucho y que a primera instancia se mostró cooperadora e interesada en el tema.
Estaba en planes de comprar mi carro, revisar mi tesis, y tener un semestre movido y lleno de experiencias divertidas con el servicio social y las practicas profesionales.

Hoy a esta hora del día extraño las pláticas con mi mamá, de alguna forma me siento aliviado de que después de 30 años por fin no le duele nada, me siento solo y triste, muy triste y encabronadamente solo. Mantengo en equilibrio todo lo que está nutriendo mi vida. Lo de la posible nueva pareja baja el volumen a gritos, en esto último tengo la sensación de ser tratado como en algún momento ya me habían tratado. Mi familia tiene ánimo de reconfigurarse y crecer, a mis hermanos les ha dado una enorme sensación de libertad y terror ante la realidad, sin dejar de lado claro la nostalgia por la ausencia de mi mamá.

Para no hacerles el cuento muy largo, hoy a esta hora del día, solo me mantiene respirando la posibilidad de que la fe sea algo mas que autoengaño y que en algún punto le vuelva a encontrar sentido a este cuerpo, a esta vida y a este tiempo, porque hoy no tiene ni un poco de sentido.

Por su atención, gracias.


- Sucio

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te abrazo el alma. Estoy.

Sucio dijo...

Gracias por estar.