lunes, 18 de noviembre de 2013

Madre que mira a su hija.



Ciertamente la vida es compleja pero también es bella
Ser tu Madre es una victoria sobre muchas cosas. En principio sobre la muerte.
Pero la vida no es eterna y es necesario empezar desde este aspecto innegable.
Sin que lo pienses como una carga pero tuve que renunciar a mi sí misma.
Esta renuncia no es sencilla porque igual que tu tenía esas ganas de hacerlo todo.
En esas condiciones me preparé para ser lo mejor, y sin las herramientas adecuadas
No quité la vista, porque esta intención es natural en cada Madre, ser lo mejor para sus hijos.
Muchas fiestas, viajes, lecturas y experiencias se pospusieron
Mi propio corazón, mi vida y sus vicisitudes, mi tranquilidad pues que estuvieras bien fue y es mi calma, mi equilibrio para una vida libre.
Yo a ti te amo como a una continua ausencia
En lo cotidiano y en la distancia, en cada sobresalto a la media noche
En la cara de todas las hijas, de todas las mujeres huérfanas de seguridad y de Madre
Te amo en cada respiración, no podría ser de otra manera
En tus fallas y en tus aciertos, en tus escapes de una realidad que nos abarca a todos
En tu desdicha y desde mi propia desdicha
Te amo como amo estar viva, porque solo de esa forma existimos las dos
Te amo en las mañanas, cuando se despierta el mundo y yo con el
En las cosas que vivo, a través de mi trabajo, de mi propia muerte segura
Y te amo aunque callada, a veces, te tenga lejos y me sientas lejos
Por no obstruirte con mis mejores deseos
Para que tu libertad no sea un regalo, sino un algo que tú te ganaste a pulso
Te amo en la certeza, aun ciega del alma y aún despierta en tu sueño
Y quiero que te quede claro
Yo soy tu casa, entra cuando tú quieras…..Hija.

 
- Trinidad Gerardo Martinez Cardenas -
(A María Eugenia Casillas Domínguez)      

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