jueves, 3 de marzo de 2016

Folio...





Amé aquella piel blanca que confundí pura, abierta, retadora y disponible, 
con una hoja de papel en una noche de insomnio.



Amé aquella piel blanca porque en ella depositaba poesía, versos, rimas y en ocasiones,
 desordenadas y jadeantes prosas que despedían sílabas a gritos, átonas... atónitas.



Amé aquella piel blanca que yo juré era poesía, pero terco olvidé, 
que la poesía la vivíamos y que el poeta, soy yo...



- Sucio -

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