martes, 25 de abril de 2017

Madera de poesía...


Me hubiera encantado seguir siendo poeta,
entregarme en cada verso en cada rima, en cada renglón.
Explicar con más bellas metáforas el sentido de la vida, del amor, de todo el significado de la desgracia humana a cambio de la belleza de unos ojos iluminados de pasión.
Me hubiera encantado escribir todos esos libros que guardarías celosamente en sus mochilas, en el buró o justo al centro del librero, esos que tienen un título minimalista y debajo en rojo y con letra de molde el nombre del autor.
Me hubiera encantado firmar libros, hablar de aquello que me inspira, contar experiencias que nunca viví a personas que no me conocen para que puedan soñar vivir esas vidas para dejar de ser ellos mismos.
De verdad como me hubiera encantado brillar y resplandecer con las manos en los bolsillos y despeinado, en blanco y negro sin el peso de la vida en los hombros pero con la fluidez de la existencia en el lenguaje corporal, atrapado entre dos páginas al centro de una revista especializada en intelectualismos o en la red social en turno al lado de un fragmento de algo que me inventé para que sintieras que tu vida es especial...

Pero no lo fui, fui cobarde y me rendí antes de tiempo.
No fui el trovador adecuado, ni el bardo acertado y menos el cuentacuentos habilidoso que con tres conceptos podría armarte una historia, dos versos y una emoción.
Yo solo me rendí.
No sería jamás el sujeto adecuado para vivir esa vida, no me gusta peinarme, no soy talla comercial, no soy fotogénico y a veces tengo las fallaz ortográficas mas garrafales.

Yo tenia mas madera de poesía que de poeta.

Pero no lo sabía hasta que las rimas perdieron el sentido y la vida comenzó a mostrarme que las sílabas que no se cuentan tienen más métrica existencial que sentido lírico.
Que el haiku son los 3 segundos que unen el principio de la vida con la segunda parte de la vida.
Que una décima es muy larga para guardar una vida pero un 4x2 podía ser justo para darle sentido a la misma.

Yo tenia mas madera de poesía que de poeta.
Pero a la poesía no se le aplaude, se le aplaude al genio que la crea. A la poesía no se le ama, se le dedica al amado. A la poesía no se le entiende, se le asigna un sentido.

Yo tenía más madera de poesía que de poeta, porque nunca supe rimar, yo solo supe vivir...


- Sucio -

2 comentarios:

adivinaste dijo...

Tenía mucho sin leerte, tenía aún más sin saber nada de ti, por muchos años me fue díficil digerir tantos fragmentos de mi vida que elegí de forma insensible y egoísta fingir que jamás existieron. Ahora estoy menos psicotica jajaja, y resulta que he sanado el pasado y te recuerdo con alegría. Te debo una disculpa y aquí estoy ofreciendola. De verdad lamento mucho el daño que te hice, me agradó leer tanto, cosas crueles y bien merecidas, y mejor aún fue saber que ahora te va mucho mejor.
P.D. Espero que seas consciente de la falsa modestia de este post "madera de poesía" jajajaja neta??! la vanidad es un pecado mortal, dicen ...

Sucio dijo...

Temo responder por temor a hablarle a un fantasma. Aunque no estoy seguro si el fantasma eres, soy o somos.

Leí mas de cien veces las palabras que elegiste compartirme y mientras estoy dejando estas palabras con las que elijo responder, no estoy seguro de entender. Así que con mi capacidad y desde mi ser:

Gracias. Infinitamente gracias.
Por recordarme con alegría, porque yo no tengo otra forma de recordarte que no sea sonriendo. Gracias por sanar tu pasado y por darme el privilegio de volver a existir como fragmento, ahora integrado, de una historia que (narcisistamente) deseo tenga algún sentido.
Gracias por reconocer las heridas que justo tras estas letras ya no me siento psicótico por haber llorado.
Aquí estoy yo, desde este otro lado (de la vida, de la historia, de las palabras, de la realidad o al menos de la pantalla) aceptando tu disculpa. No estoy seguro de saber que estoy aceptando pero a base de empatía y mucho cariño, acepto.
Y aceptando dejo abierta la puerta y extiendo la invitación a cruzar el umbral a mi vida que sabes donde encontrar.

Lamento que mi pretensión de reconocerme poesía sea falsa modestia a tus ojos, pero me gustaría dejarlo un poco mas en claro.
Si en un momento llegan a ti frases como:
"Puedo escribir los versos más tristes esta noche...
"Me gusta cuando callas porque estás como ausente..."
"Uno no siempre hace lo que quiere, uno no siempre puede..."
"La luna se puede tomar a cucharadas..."
"Tus manos son mi caricia, mis acordes cotidianos..."
"Te equivocas, te equivocas, fresco y fragante capullo..."

Si alguna de estas frases llegara a tus oídos, puede que olvides por un momento al autor y puede que olvides el nombre del poema. Pero no vas a olvidarte de "esa vez", de "esa persona" y no vas a poder evitar la emoción que se genera en la piel, el vacío en el estómago, o el vuelco del corazón. No podrás incluso, evitar concluir con tu propia voz el resto de la poesía.

¿Y a dónde carajos voy con tanta vuelta?

A que la poesía tiene vida propia cuando sale del poeta. Se convierte en amor, odio, esperanza, tristeza, ilusión, desazón o en una breve pero eterna historia que usualmente dos comparten pero casi siempre solo uno conoce.

Y si no ha quedado muy claro el punto a donde voy, permíteme tomar esta breve historia que lo resume con exactitud:

"¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía..."


Gracias. Infinitamente gracias.

P.d: El que este libre de pecado... Que se acerque porque a veces se me ocurren muchos muy dignos de su propio infierno.

- J.R.R.C -