lunes, 1 de febrero de 2010

Boones...

Predecible, jejejeje, genial, sip, burdo y transparente como esta botella de boones de fresa que me hace compañía. Claro que espero que un poco menos marica, solo un poco, hay que ser realista.

Esta noche la lluvia viene a  hacerme compañía trayendo la humedad, el frío y la dulce melodía de las gotas golpeando en mi ventana.
Esta noche también me acompaña esta botella de boones de fresa que mi hermana me ofrendó pues en su estado de embarazo no sería del todo saludable bebérsela.
Esta noche me acompañan montones de pensamientos que no me dejan tener la cabeza clara para darle el uso que quisiera.
Esta noche me acompaña la consciencia con su amiga reflexión, para en pleno threesome hacerle mas bolas a la madeja de las ideas.

Y la pequeña hija perdida de Bukowski y su mirada descansan en algún lecho remoto a estas compañías.

Y mientras, me escupen culpas del pasado guardadas en una caja que no tiene fondo, gracias por recordarme quien soy, pero infinitas gracias por recordarme quien eres.

Esta noche me acompaña el frío en la piel, el día cerró con un + -, cerró con una sonrisa sabor a fresa y aroma a alcohol, cerró con una promesa rota, con una peste a ironía y una bastante marica botella de Boones de fresa descansando vacía sobre mi escritorio.

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