Cambio...

Hace unos días mi papá vendió el Renault 12 que tantos años nos había acompañado. Una camioneta tipo guayin que en algún momento fue verde limón y luego pasó a ser azul cielo, la que en familia nos llevó a la playa, a los primeros días de escuela, a funerales de seres queridos. La que cargó con andares de una pareja recién casada, luego con la primer hija, la segunda y así hasta llegar a 4 hijos.

Recuerdo que cuando niños la bautizamos como "Minerva".

Esa camioneta llegó a significar mucho en la vida de cada uno de nosotros, al menos para mi, fue en la que tomé mi primer lección de manejo, con la triste consecuencia de una flecha barrida :p. Recuerdo aquel viaje Zacatecas-GDL-DF todo en un solo día y haciendo escalas.
Recuerdo a mi papá que pasaba tardes enteras de sábado dando mantenimiento, cambiando los faros para añadirle unos de niebla, modificando el tablero por otro europeo, re tapizando todos los interiores, arreglando el eterno problema de la marcha o de el carburador, lavándola, encerándola y puliéndola.

Por aquellos años de 1999 o 2002, no recuerdo bien, mi papá chocó en esa camioneta. Aparentemente no vio la luz roja y chocó.
Ahí fue el punto que identifico como "el punto sin retorno", esa camioneta pasó meses el taller, nunca volvió a estar bien, nunca se terminó el laminado y pintura, aunque mi papá dejó el motor en un magnifico estado, pero desde entonces, la camioneta solo se movió un par de veces más y mi papá se llenó de miedo de manejarla.

Por esos mismos años a mi papá le fue detectada diabetes y glaucoma, se llegó a sospechar que el glaucoma estaba avanzando rápido y fue el motivo por el cual mi papá, un chofer y cobrador desde los 15 años, no vio una luz roja...

Esa camioneta espero pacientemente años para ser reparada,  se llenó de oxido y nadie volvió a manejarla, cuando pasó o de el choque mi papá se negó a darla como perdida total, no quería creer que su camioneta llegaba a valer solo 7 mil pesos y rechazó todo trato con la aseguradora. Cuando se le detectó glaucoma y diabetes a mi papá tampoco aceptó muy bien el hecho y por años dejó de lado el tratamiento.

Hace unos días mi papá vendió en 2500 pesos lo que quedaba de la camioneta, que por cierto se fue funcionando y sin complicaciones, actualmente mi papá tiene solo el 20% de visión de un ojo, el otro lo perdió completamente.

El cambió es parte de el proceso natural de la vida, es parte de el crecer, de evolucionar. Siempre hay que tener alerta la cordura y los sentidos para poder decirnos honestamente :"Suficiente de esto, estoy en un error". 

Cambiar es negativo únicamente cuando nos negamos a aceptarlo.