martes, 22 de septiembre de 2015

Más nada.


...y cuando por fin lo tuve,
me pregunté para qué servía tenerlo
y si había merecido la pena tanto esfuerzo.
Si en realidad el sentimiento que ahora sentía
y que era lo que en verdad buscaba,
estaba en mi desde el principio
y ya lo conocía,
por qué no me permití
sentirlo plenamente
hasta conseguir aquello...
Tal vez no necesitaba haber
llegado hasta aquí para sentirme
como anhelaba sentirme...
Y entonces ya no quise más nada.


No hay comentarios: