lunes, 18 de octubre de 2010

Cabral, de su paso por México

"Después de cantar en Monterrey, Chihuahua, Ciudad Juárez, Guadalajara, León, Morelia, Puebla, México D.F., La Paz, Mazatlán, Mérida, Villahermosa, Cancún, Atlixco, Ciudad Obregón, Guaymas, Hermosillo y Tijuana, regreso a Buenos Aires por unos días a ordenar los papeles escritos en esa tierra prometida que para mí es México, los papeles donde convivirán las ballenas y los tiburones con los vagabundos del Mar de Cortés. Las pinturas de Diego Rivera con Xochimilco, los grafitis del Estadio Azteca con los fantasmas de Orozco y de Siqueiros.

Los periodistas con los toreros, los cerros con los desiertos, la revolución con la independencia, es decir Hidalgo con Villa, los tarahumaras con los purépechas, las botas con los sombreros, los templos con los teatros, la frontera con las ametralladoras, los volcanes con los ríos, el Océano Pacifico con el Mar Caribe, las pirámides de los mayas con la selva de los chamulas, los cactus con los salitrales, es rosa mexicano con el azul añil y los brillantes recuerdos de la viuda de Octavio Paz con el sereno presente de García Márquez. Todo esto me dio México en un solo mes.

Parecía el final, pero Dios, siempre generoso, me ha dado otra oportunidad, es decir que, recién renacido, subo al avión en Buenos Aires.

Por gracia de Vivaldi es primavera y, por gentileza de Bizet, Carmen viaja a mi lado, y con ella bajo en el querido México donde hace treinta y ocho años me reencuentro con el que fui hace muchos siglos del otro lado del mar, por eso México es el único espejo que me refleja entero. "

2 comentarios:

peqe dijo...

me enamore de el!!!ii de su sonrisa u.u

Sucio dijo...

Tiene la paz de un bebe, la travesura de un niño y la vitalidad de un adolescente y la sabiduría de un anciano. :D