sábado, 15 de diciembre de 2012

Ya está el saldo final.



En mí confié desde el primer momento.
Bien poco cuesta ser dueño del viento.

Y aun a la bestia no le es más costosa
la vida, hasta que la echan a la fosa.

Nací, amé, fui lejos, hice el resto.
Con miedo a veces, no dejé mi puesto.

Siempre pagué las deudas contraídas
y agradecí las manos extendidas.

Si una mujer fingió quererme, artera,
la amé, feliz de que se divirtiera.

Hice maromas, barrí, bebí vino
y entre los listos me fingí cretino.

Vendí juguetes, pan y poesía,
diarios y libros: lo que se vendía.

No he de morir ahorcado en suave trama
ni en gran batalla sino en una cama.

He vivido (ya está el saldo final):
otros muchos murieron de este mal.


- Attila Jozsef -
(Traducción de Fayad Jamís)

No hay comentarios: