lunes, 10 de septiembre de 2012

Casa vacía...





Y ver tu casa vacía es como un monumento de lo que nos pasó,
tanta comida aguardando triste en silencio en el refrigerador,
y esas dos plantas aún verdes queriendo rescatar la vida,
ya no hay espejos empañados y la cama está enmohecida.

¿Donde guardar los abrazos?,
¿Como olvidar las caricias?,
¿Cuantos caminos descalzos?,
¿Quien gritará las albricias?.

Las cartas aún te esperan tras la puerta,
los platos desbordando en fregaderos,
aromas que jugando a la ruleta,
borraban y traían cien mil recuerdos.

Y aún aquí estaremos esperando,
con los brazos abiertos sin rencor,
el dulce de limón que preparamos
y yo, para cuando te sientas mejor...

- Sucio -

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