viernes, 8 de marzo de 2013

Otro viernes nublado...


La mañana no envenena tanto como las demás,
el viento de la ventana abraza frío al despertar,
una tarde que no llega, anochecer quedó atrás,
un recuerdo que no muere y vuelve a resucitar.

24 horas de un día que nunca va a terminar,
24 horas de noche, que nunca amanecerá
12 horas de agonía, 12 horas de pensar.
Los minutos ya no importan y el reloj está de mas.

Caen hojas del calendario, y nuevas quedan detrás.
Hay tantos días repetidos en los que no volverán,
que el tiempo vuelve infinito aquel absurdo "jamás".
Que tonto se hace el recuerdo que no encontró su final.

El sol apunta directo, a la ausencia de mi lado,
el calendario me marca, la brecha de mi costado,
fantasmas de la memoria tampoco se han demorado,
a la dolida presencia, de este otro viernes nublado...


- Sucio -

No hay comentarios: