martes, 16 de julio de 2013

Historia de un amor sin tiempo.



Mi amor, no es que no pueda olvidarte, es que no quiero, y pido a gritos que ese sábado se repita pero también deseó ya no vivirlo en mi mente cada noche pido no llorarte, no extrañarte.
Pero a quien engaño si busco tu mirada en otros ojos, tu olor en otros cuerpos y el como me sentía contigo en relaciones destructivas.
Te he de confesar que cada mañana me levanto contigo, miro a mi derecha y te sonrió y antes de salir de mi casa me despido de ti. Por las tardes al primero que saludo llegando a mi casa es a ti, y te platico mi día de lo que me gusto y lo que odie, te sigo contando el como no tolero que la gente me vea o me quiera abrazar y mi zona de seguridad está en tus brazos. Por las noche sigo esperando ese beso en la frente tan peculiar que solías darme junto con un pequeño abrazo para que no me sintiera extraña, te cuento lo que are cuando salga el sol, y te imagino mirándome con atención, cuando me acuesto aún espero que me abraces y me digas que no dejarás que nada me toque en las noches porque te quedarás cuidando mis sueños.
Mi amor te extraño y el saber que no puedo hacer nada me esta matando.
Dicen que la prueba más grande de amor es dejar ir, y si físicamente te deje ir y te miro de lejos y te veo feliz.

Pero en mis sueños aún me abrazas y me dices que me quieres, vuelves a pintar el mundo que yo dibuje junto a ti...


No hay comentarios: